Bueno, ya llegamos al quinto día de nuestro desafío, esperando que no hayamos matado el amor. No se cuántos estarán felices y victoriosos y otros, complicados para cumplir las demandas del Señor. Lo único que se decir en estos cinco días es que hemos aprendido algunas cosas de nosotros mismos, cosas buenas y también algunas malas. Hemos descubierto que somos, egoístas e irreflexivos en muchas cosas, que debemos aprender a callar y mirar más el corazón de nuestra compañera. Pero seamos justos, también descubrimos que tenemos cosas buenas que por ahora no las vamos a hablar, sino al final de este desafío, cuando hagamos todo un resumen de lo que ha sido este proceso. Bien, sigamos adelante y recuerden que el lunes nos veremos para compartir algunas experiencias y fortalecernos en el Señor. Un abrazo y ¡ánimo muchachos!
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